Río Grande duplica su caudal y amenaza comunidades cruceñas
El nivel del agua alcanza 13 metros cuando lo normal es 6. Desde el 4 de marzo, crecidas extraordinarias afectan a Montero Hoyos y Puerto Pailas. 120.000 hectáreas productivas están anegadas y defensas colapsan por falta de mantenimiento.
«La cuenca está súper atacada»
Luis Ernesto Aguilera, director del SEARPI, confirmó que el Río Grande lleva 25 días con un caudal «histórico». En La Junta, el agua pasó de 6 a 13 metros de altura, «doblando su volumen natural». Aguas abajo, la velocidad erosiona márgenes y rompe diques, inundando el Distrito Municipal 15 de Santa Cruz.
Responsabilidades y soluciones urgentes
El SEARPI señala que la Alcaldía cruceña debe ejecutar obras, pero negocia con el VIDECI para financiamiento compartido. «No se hizo el canal recomendado en Montero Hoyos», criticó Aguilera, lo que dejó la zona vulnerable. Actualmente, buscan combustible para maquinarias y recursos para reparar defensas.
Deforestación y cambio climático: cóctel peligroso
El 50% de los bosques ribereños desapareció, eliminando barreras naturales contra inundaciones. Los sedimentos de Cochabamba y Sucre elevan el lecho del río, facilitando rebalses. «Los agricultores llegan hasta las orillas», agravando la situación. Las lluvias de marzo y noviembre saturaron suelos, acelerando el escurrimiento hacia comunidades.
Zonas críticas y antecedentes
En 2024, explosivos usados en Montero Hoyos aliviaron temporalmente el caudal, pero no se ejecutaron obras permanentes. Puerto Pailas tiene «1.700 familias afectadas» con agua dentro de sus viviendas. El SEARPI advierte que la falta de acción municipal desde 2020 empeoró la crisis.
Cuando el río suena, agua lleva
Entre 2009 y 2020, defensivos construidos por el SEARPI mitigaron daños, pero los últimos cuatro años sin inversión exponen a Santa Cruz. Pese a ser menos grave que en otros departamentos, «el cambio climático exige medidas estructurales», remarcó Aguilera.
Queda poco margen para evitar más desastres
La emergencia evidencia la urgencia de coordinar entre Gobernación, VIDECI y Municipio. Con el lecho del río elevado y defensas frágiles, cualquier nueva crecida puede agravar las inundaciones en áreas productivas y urbanas.