Incendios en Corea del Sur dejan 27 muertos y daños históricos

Los incendios en Corea del Sur han causado 27 muertes, arrasado 36.009 hectáreas y desplazado a 37.185 personas, amenazando un Patrimonio de la Humanidad.
unitel.bo
Ruinas y escombros con una gran campana en un paisaje devastado.
Una escena de destrucción donde destaca una campana entre los restos de un edificio o estructura.

Incendios en Corea del Sur dejan 27 muertos y daños históricos

Los fuegos han arrasado 36.009 hectáreas y desplazado a 37.185 personas. Las llamas amenazan un Patrimonio de la Humanidad y son los peores registrados en el país. El Gobierno declaró zonas especiales de desastre para activar ayudas.

\»Una tragedia que avanza con los vientos\»

Las provincias de Gyeongsang del Norte y del Sur concentran los mayores estragos, con 23 de las 27 víctimas mortales. Entre los fallecidos figura un piloto de helicóptero que participaba en las labores de extinción en Uiseong. La Sede Central de Contramedidas confirmó además 32 heridos y evacuaciones masivas.

Patrimonio cultural en peligro

Las llamas se aproximan a la Aldea Folclórica Hahoe, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2010. Este enclave conserva arquitectura de la Dinastía Joseon y tradiciones ancestrales. El incendio avanza a 5 kilómetros de la zona, según las autoridades.

Respuesta gubernamental ante la emergencia

El presidente interino Han Duck-soo designó cuatro nuevas áreas como \»zonas especiales de desastre\», lo que permitirá acceder a fondos estatales para reconstrucción. \»No escatimaremos en asistencia financiera\», afirmó. Un 45% de los evacuados (16.700 personas) permanecen en refugios.

Cuando el clima alimenta el desastre

Expertos atribuyen la virulencia de los incendios a vientos fuertes y sequedad extrema, factores agravados por el cambio climático. Corea del Sur enfrenta así su peor crisis forestal, con 10 focos activos y daños sin precedentes en infraestructuras y bosques.

Un antes y después para la prevención

La magnitud del desastre obligará a replantear los protocolos de emergencia en un país con creciente riesgo de catástrofes naturales. La prioridad inmediata es contener las llamas y evaluar los daños al patrimonio cultural.