El Gobierno y el sector productivo buscan soluciones urgentes ante la escasez de diésel
Representantes del Comité Multisectorial y autoridades gubernamentales se reunieron este martes en La Paz para abordar la crítica falta de diésel que mantiene al aparato productivo boliviano operando al 50%. El encuentro, liderado por los ministros de Hidrocarburos, Marcelo Montenegro, y de Gobierno, Eduardo Del Castillo, buscó destrabar trámites burocráticos que permitan agilizar la importación directa de combustible, según confirmaron fuentes oficiales y empresariales.
Un sector productivo en emergencia
Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) y portavoz del Comité Multisectorial, advirtió que “prácticamente todo el aparato productivo está al 50%” debido al desabastecimiento de diésel, insumo clave para el transporte de mercancías y la operación de maquinaria. La reunión, iniciada pasadas las 10:00 en la sede de gobierno, analizó un decreto para simplificar la importación directa de hidrocarburos por parte del sector privado.
Camacho enfatizó la urgencia de eliminar obstáculos administrativos: “Requermos que el Gobierno levante la tramitología para dar celeridad a la importación”. Mientras tanto, filas interminables en surtidores de El Alto, Cochabamba y Santa Cruz reflejan el impacto de la crisis, que ya afecta a precios de productos básicos y cadenas de suministro.
Acuerdos inmediatos y desconfianza empresarial
Tras horas de negociación, ambas partes acordaron conformar mesas técnicas para evaluar mecanismos de importación libre de combustibles, aunque sin plazos concretos. Montenegro aseguró que se priorizarán “soluciones estructurales”, mientras el empresariado exige acciones inmediatas ante el riesgo de paralización total.
El conflicto llega en un contexto de escasez crónica de combustibles, agravada por la caída en la producción nacional de hidrocarburos (-35% desde 2014, según YPFB) y el aumento del contrabando hacia Perú, donde los precios superan en un 40% a los bolivianos.
Antecedentes: una crisis anunciada
Bolivia enfrenta desde 2022 un déficit en la refinación de diésel, que obligó a importar 1.2 millones de barriles en 2023. Expertos atribuyen el problema a la falta de inversión en infraestructura (la planta de Bulo Bulo opera al 60% de su capacidad) y a subsidios estatales que desincentivan la producción. El modelo de autosuficiencia energética, bandera del MAS desde 2006, muestra grietas irreversibles, según analistas consultados.
Transparencia y fuentes
Esta información se basa en declaraciones oficiales del Ministerio de Hidrocarburos, testimonios de Pablo Camacho (CNI) y reportes técnicos de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos. Los datos de producción fueron verificados con estadísticas de YPFB y el INE.
¿Qué sigue?
Las mesas técnicas tendrán 72 horas para presentar propuestas, pero el sector empresarial advierte que, sin medidas concretas en los próximos días, el país podría enfrentar desabastecimiento de alimentos y bienes industriales. Mientras, el Gobierno insiste en que la solución pasa por “incentivar la producción nacional”, aunque no detalló cómo.