Cómo evaluar la calidad de los créditos de carbono: una guía para empresas comprometidas con el net zero
Los créditos de carbono, una herramienta clave para compensar las emisiones de CO₂, enfrentan crecientes críticas por su falta de transparencia y calidad. Un informe de The Conference Board, liderado por Anuj Saush, experto en sostenibilidad, ofrece un marco confiable para que las empresas evalúen y seleccionen compensaciones de carbono de alta calidad, evitando el riesgo de greenwashing y asegurando un impacto real en la lucha contra el cambio climático.
El dilema de los créditos de carbono: ¿solución o greenwashing?
Los créditos de carbono permiten a empresas y organizaciones compensar sus emisiones financiando proyectos que reducen o capturan CO₂, como la reforestación o las energías renovables. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que algunos proveedores, como South Pole y Verra, han vendido créditos que no representan reducciones reales de carbono. Esto ha generado escepticismo sobre su eficacia y ha llevado a algunos a cuestionar si son una herramienta válida para alcanzar el net zero.
Anuj Saush, líder del Centro de ESG en Europa de The Conference Board, sostiene que, aunque imperfectos, los créditos de carbono son necesarios para neutralizar emisiones residuales que no pueden eliminarse de otra manera. “El problema climático es demasiado grande y urgente como para descartar por completo esta herramienta”, afirma.
Claves para elegir créditos de carbono de calidad
El informe destaca que las empresas deben usar los créditos como una estrategia secundaria, complementaria a esfuerzos reales de reducción de emisiones. Además, subraya la importancia de seleccionar proyectos creíbles y transparentes. “La calidad de los créditos es fundamental para evitar el greenwashing y proteger la reputación de la empresa”, advierte Saush.
Entre las recomendaciones clave se encuentran:
- Realizar una diligencia debida: Analizar detalladamente cómo se generan, transfieren y utilizan los créditos.
- Optar por proyectos de menor riesgo: Priorizar iniciativas cuantificables y adicionales, como la reducción de emisiones de óxido nitroso en plantas químicas.
- Invertir en tecnologías de captura y almacenamiento de carbono: Aunque más costosas, estas soluciones ofrecen un impacto a largo plazo.
El desafío de los precios bajos y los descuentos
Los créditos baratos, con precios inferiores a 2 dólares por tonelada, suelen ser señal de baja calidad y falta de adicionalidad, es decir, que no generan reducciones reales de emisiones. Saush recomienda evitar depender del precio o del “estatus vintage” de los créditos, ya que proyectos verdaderamente adicionales requieren inversiones mayores y ofrecen un impacto más robusto.
Además, el informe sugiere aplicar estrategias de descuento para compensar el riesgo de que algunos créditos no cumplan con los estándares esperados. Sin embargo, esta práctica no debe ser el eje central de la estrategia de compensación, ya que no resuelve el problema de la calidad.
El futuro de los créditos de carbono: hacia soluciones escalables
Las soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación, tienen un potencial limitado y no son escalables a gran escala, según el informe. Por ello, Saush aboga por invertir en tecnologías de captura de carbono y almacenamiento a largo plazo, aunque estas aún se encuentren en fase de desarrollo. “El aumento de la demanda impulsará la innovación y reducirá los costos”, asegura.
Los créditos de carbono en el contexto global
Los créditos de carbono surgieron como parte del Protocolo de Kioto en 1997, con el objetivo de reducir las emisiones globales mediante mecanismos de mercado. Sin embargo, su implementación ha estado marcada por controversias, desde proyectos fallidos hasta acusaciones de greenwashing. A pesar de ello, siguen siendo una herramienta clave en la transición hacia el net zero, especialmente para sectores con emisiones difíciles de reducir, como la aviación y la industria pesada.
Fuentes y transparencia
Este artículo se basa en el informe de The Conference Board, liderado por Anuj Saush, experto en sostenibilidad con más de una década de experiencia en consultoría y estrategia corporativa. Las declaraciones y recomendaciones citadas provienen directamente del informe y de entrevistas con el autor.
El camino hacia el net zero: responsabilidad y transparencia
Los créditos de carbono, aunque imperfectos, son una herramienta necesaria en la lucha contra el cambio climático, siempre que se utilicen de manera responsable y complementaria a esfuerzos reales de reducción de emisiones. La clave está en la transparencia, la calidad y la inversión en soluciones innovadoras y escalables. Como concluye Saush, “el verdadero valor de los créditos es compensar las emisiones más difíciles de reducir, pero es responsabilidad de cada empresa asegurarse de que sus compensaciones sean creíbles y robustas”.