La creación de la reserva Yavarí Mirim en la Amazonía peruana enfrenta nuevos obstáculos, poniendo en riesgo a pueblos indígenas aislados
La creación de la reserva Yavarí Mirim, un área de un millón de hectáreas en la Amazonía peruana destinada a proteger a pueblos indígenas en aislamiento voluntario, enfrenta nuevos retrasos debido a presiones de industrias extractivas y disputas territoriales. Organizaciones indígenas y expertos advierten que la demora pone en peligro a estas comunidades, cuyos territorios son invadidos por madereros ilegales y narcotraficantes. La Comisión Multisectorial, encargada de establecer los límites de la reserva, pospuso indefinidamente una reunión clave programada para el 14 de febrero, alegando superposición con otra comunidad nativa.
Un retraso que amenaza la supervivencia de pueblos aislados
Desde 2003, organizaciones indígenas han solicitado la creación de la reserva Yavarí Mirim, ubicada en la frontera amazónica entre Perú, Brasil y Colombia. El objetivo es proteger a cientos de indígenas de grupos como los Matsés, Matis, Korubo y Kulina-Pano, quienes han optado por vivir sin contacto con el mundo exterior. Sin embargo, más de dos décadas después, el proceso sigue estancado. Pablo Chota Ruiz, secretario de la Organización de Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO), denuncia que \»buscan cualquier excusa para cancelar esta reserva\».
Ruiz sostiene que los intereses de las industrias madereras, petroleras y mineras están detrás de los retrasos. \»Hay grandes intereses económicos en esta región. No quieren una reserva indígena; quieren concesiones para su beneficio\», afirmó. Además, señaló que la superposición territorial alegada por la Comisión Multisectorial no está respaldada por procesos legales concluyentes.
Presiones de la industria maderera y petrolera
Días después del aplazamiento, entidades madereras celebraron una asamblea extraordinaria en Loreto para oponerse a la reserva. Betsabeth Cortegano Chota, presidenta de la Confederación Nacional Forestal (CONAFOR), argumentó que las concesiones madereras otorgadas legalmente en la zona se verían afectadas. \»Creemos que hay una violación de los derechos de los concesionarios\», declaró. Sin embargo, estudios antropológicos respaldan la necesidad de proteger a los pueblos aislados, cuyos territorios son invadidos por actividades ilegales.
César A. Ipenza, abogado ambiental, sospecha que la industria petrolera también está presionando. En 2023, el Ministerio de Energía y Minas intentó modificar la Ley de Áreas Naturales Protegidas para permitir la exploración en reservas indígenas. \»Hay una gran expectativa de que hay yacimientos ricos en petróleo y gas en la Amazonía\», explicó Ipenza.
Un futuro incierto para los pueblos aislados
Los pueblos indígenas aislados han vivido en la Amazonía peruana durante miles de años, pero desde el siglo XX optaron por evitar el contacto externo tras sufrir explotación y violencia durante la fiebre del caucho. Beatriz Huertas, antropóloga de Rainforest Foundation Norway, explica que \»necesitan un territorio extenso para su subsistencia, ya que son cazadores y recolectores que se desplazan largas distancias\». Sin una reserva oficial, estos grupos enfrentan encuentros no deseados con madereros, misioneros y narcotraficantes, lo que pone en riesgo su supervivencia.
Huertas advierte sobre el aumento de \»comunidades fantasma\», asentamientos ilegales dedicados al cultivo y procesamiento de coca. \»Si no se establece y protege la reserva ahora, el futuro de estas comunidades es profundamente incierto\», concluyó.
Organizaciones indígenas y ambientalistas continúan presionando al gobierno peruano para que avance con la creación de la reserva Yavarí Mirim. Mientras tanto, los pueblos aislados enfrentan una creciente invasión de sus territorios, lo que amenaza su forma de vida y su existencia misma. La demora en la protección de estas comunidades no solo es un problema ambiental, sino una cuestión de derechos humanos y justicia histórica.