El Papa Francisco recibe el alta tras seis semanas hospitalizado en Roma
El Papa Francisco será dado de alta este domingo 23 de marzo de 2025 tras seis semanas ingresado en el Hospital Gemelli de Roma, según confirmaron los médicos que lo atendieron. El Pontífice, de 88 años, regresará a la residencia de Santa Marta en el Vaticano en \»condiciones clínicas estables\», tras superar una crisis de broncoespasmo y un empeoramiento repentino de su afección respiratoria. Antes de su traslado, se asomará a la ventana del hospital para impartir la bendición del Ángelus.
Un alta \»protegida\» para el líder de la Iglesia Católica
Los médicos del Hospital Gemelli han calificado el alta del Papa como \»protegida\», lo que significa que su regreso a las actividades cotidianas será gradual y bajo supervisión médica. \»El Santo Padre va a volver a Santa Marta en un alta protegida\», declararon los especialistas durante una comparecencia pública este sábado. Este enfoque cauteloso responde a la gravedad de la crisis respiratoria que llevó a su hospitalización el pasado 28 de febrero.
El Pontífice, conocido por su estilo de vida sencillo y su cercanía con los fieles, ha mantenido un perfil bajo durante su internamiento, aunque ha seguido participando en algunas actividades litúrgicas desde el hospital. Su salud ha sido motivo de preocupación para los más de 1.300 millones de católicos en el mundo, especialmente tras sufrir complicaciones respiratorias recurrentes en los últimos años.
Un gesto simbólico antes de partir
Antes de abandonar el Hospital Gemelli, el Papa Francisco se asomará a la ventana para impartir la bendición del Ángelus, un gesto que ha sido habitual durante su pontificado. Este acto simbólico busca transmitir un mensaje de fortaleza y cercanía a los fieles, quienes han seguido de cerca su recuperación a través de las actualizaciones proporcionadas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El Ángelus, una oración mariana que se recita tradicionalmente al mediodía, ha sido un momento clave en la comunicación del Papa con los católicos, especialmente durante la pandemia y otros momentos de crisis. Su aparición en la ventana del hospital será, sin duda, un momento emotivo para sus seguidores.
Contexto histórico: La salud del Papa Francisco
La salud del Papa Francisco ha sido un tema recurrente desde su elección en 2013. El Pontífice, que renunció a parte de un pulmón en su juventud debido a una infección, ha enfrentado varios problemas respiratorios a lo largo de su vida. En los últimos años, ha sufrido episodios de broncoespasmo, dolores en la rodilla que le han dificultado caminar y otras complicaciones que han limitado su movilidad.
Sin embargo, Francisco ha mantenido una agenda activa, promoviendo reformas dentro de la Iglesia y abogando por causas sociales como la justicia climática y la atención a los migrantes. Su hospitalización más reciente ha generado especulaciones sobre su posible renuncia, aunque el Vaticano ha descartado esta posibilidad en reiteradas ocasiones.
Fuentes y transparencia
La información sobre el alta del Papa Francisco ha sido confirmada por los médicos del Hospital Gemelli y la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Estas fuentes oficiales han sido clave para mantener informados a los fieles y evitar la propagación de rumores infundados sobre su estado de salud.
Además, medios internacionales como Europa Press han seguido de cerca el desarrollo de la situación, proporcionando actualizaciones constantes y verificadas. La transparencia en la comunicación ha sido fundamental para mantener la confianza de los católicos en todo el mundo.
Implicaciones y cierre
El alta del Papa Francisco marca el inicio de una nueva etapa en su recuperación, aunque su regreso a las actividades plenas dependerá de su evolución clínica. Su presencia en la ventana del Hospital Gemelli será un recordatorio de su resiliencia y su compromiso con la Iglesia y los fieles.
Mientras tanto, la comunidad católica sigue rezando por su pronta recuperación y por su capacidad para continuar liderando la Iglesia en un momento de grandes desafíos. El mundo observa con atención los próximos pasos del Pontífice, cuya figura sigue siendo un faro de esperanza para millones de personas.