Solo el 6% del carbono secuestrado se almacena en bosques

Un estudio internacional revela que solo el 6% del carbono secuestrado en la superficie terrestre se almacena en bosques, mientras que el 94% restante se encuentra en depósitos no vivos como suelos y humedales.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
Paisaje con un lago reflejando el cielo y vegetación en la orilla.
Vista de un lago con superficie reflectante y vegetación en la orilla en un entorno natural.

Solo el 6% del carbono secuestrado se almacena en bosques, revela estudio internacional

Un estudio publicado en la revista *Science* revela que solo el 6% del carbono secuestrado en la superficie terrestre se almacena en bosques, mientras que la mayor parte se encuentra en depósitos no vivos como suelos, humedales y sedimentos acuáticos. La investigación, liderada por el Instituto Tecnológico de California, analizó datos globales entre 1992 y 2019, destacando que la degradación forestal causada por incendios, sequías y deforestación ha reducido significativamente la capacidad de los bosques como sumideros de carbono.

El carbono terrestre: más en suelos que en bosques

El estudio, que combina datos de teledetección y mediciones de campo, muestra que 35 gigatoneladas de carbono fueron secuestradas en la superficie terrestre entre 1992 y 2019, con un aumento del 30% en la última década. Sin embargo, solo el 6% de este carbono se almacena en biomasa viva, principalmente en bosques. El 94% restante se encuentra en depósitos no vivos, como materia orgánica en descomposición, sedimentos en lagos y ríos, y humedales.

Según los investigadores, los bosques, aunque siguen siendo importantes reservas de carbono, son cada vez más vulnerables debido a las perturbaciones asociadas al cambio climático y las actividades humanas. \»En ciertas situaciones, los bosques podrían emitir casi tanto carbono como el que acumulan\», señala el informe.

La importancia de los depósitos no vivos

El estudio destaca que los mecanismos de acumulación de carbono en depósitos no vivos son poco conocidos y difíciles de medir. Estos depósitos incluyen materia orgánica en descomposición, que se convierte en alimento para organismos del suelo, y sedimentos en cuerpos de agua naturales y artificiales. Una proporción significativa de los sumideros de carbono terrestres podría estar vinculada a actividades humanas, como la construcción de presas o el uso de madera.

\»La mayor parte del carbono terrestre se secuestra de forma más duradera que en la vegetación viva\», afirma el equipo de investigación, coordinado por Yinon Bar-On. Este hallazgo sugiere que proteger y gestionar adecuadamente estos depósitos no vivos es crucial para mitigar el cambio climático.

Implicaciones para la política ambiental

Los resultados del estudio tienen importantes implicaciones para las políticas ambientales y los esfuerzos globales para combatir el cambio climático. Hasta ahora, los modelos globales de reservas de carbono no incluían muchos de estos depósitos no vivos, lo que podría llevar a subestimar su importancia. Incluir estos datos en los modelos permitiría predecir mejor cómo las actividades humanas y el cambio climático afectan a los sumideros de carbono.

Además, el estudio subraya la necesidad de proteger los bosques no solo por su capacidad de almacenar carbono, sino también por su papel en la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. \»Los bosques siguen siendo importantes, pero debemos ampliar nuestra visión para incluir otros sumideros de carbono que son igualmente cruciales\», concluyen los investigadores.

Este estudio abre nuevas perspectivas sobre cómo gestionar y proteger los sumideros de carbono terrestres, destacando la importancia de los depósitos no vivos y la necesidad de políticas ambientales más integrales. En un contexto de creciente preocupación por el cambio climático, estos hallazgos podrían ser clave para diseñar estrategias más efectivas de mitigación y adaptación.