La exportación de hidrocarburos en Bolivia cae un 75% en una década, según el INE
En los últimos diez años, Bolivia ha experimentado una drástica reducción de casi 5.000 millones de dólares en sus exportaciones de hidrocarburos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este declive, que comenzó en 2014, ha llevado a que los ingresos por este sector pasen de 6.596,4 millones de dólares a apenas 1.616,1 millones en 2024, lo que representa una caída del 75%. La falta de exploración de nuevos yacimientos y el agotamiento de los campos de gas son las principales causas de esta crisis, que ha impactado severamente en las reservas internacionales y en los ingresos fiscales del país.
Una caída que no encendió las alarmas
Entre 2014 y 2015, las exportaciones de gas cayeron en 2.642 millones de dólares, un 40% en solo un año, según el analista Raúl Velásquez. Este descenso, que afectó directamente las Reservas Internacionales Netas (RIN) y los ingresos por regalías e Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), no fue suficiente para alertar a las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas ni al Banco Central de Bolivia (BCB). \»¿Cómo es posible que esto no llamara la atención de las autoridades?\», se preguntó Velásquez, quien destacó que esta situación ha llevado a una crisis financiera y de divisas en el país.
Reservas internacionales en mínimos históricos
En 2014, las RIN alcanzaron un máximo de 15.122,8 millones de dólares, gracias en gran parte a los ingresos por exportaciones de gas natural. Sin embargo, a diciembre de 2024, las reservas se han reducido a solo 1.976 millones de dólares, de los cuales apenas 50 millones están en efectivo. El resto corresponde al valor de 22,5 toneladas de oro. Esta caída de más de 13.000 millones de dólares en una década refleja la gravedad de la situación económica del país, agravada por la necesidad de importar combustibles debido a la disminución de la producción interna.
El gobierno reconoce la herencia de un problema estructural
El presidente Luis Arce Catacora ha reconocido que la crisis actual es resultado del declive en la exportación de gas que heredó su gobierno. \»Siempre dicen: ‘Ah, pero usted era ministro de Economía’, sí, pero no era ministro de Hidrocarburos\», declaró el mandatario, quien ocupó la cartera de Economía durante gran parte del gobierno de Evo Morales. Arce atribuye la situación a la falta de inversión en exploración y desarrollo de nuevos yacimientos, un problema que se arrastra desde hace años y que ha llevado a Bolivia a depender cada vez más de las importaciones de combustibles.
Impacto en las finanzas públicas y la economía nacional
La caída en los ingresos por hidrocarburos ha tenido un efecto dominó en las finanzas públicas, afectando no solo al Tesoro General de la Nación, sino también a los gobiernos departamentales, municipales y universidades públicas, que dependen de las regalías y el IDH. Además, la disminución de las RIN ha limitado la capacidad del país para enfrentar crisis económicas y mantener la estabilidad cambiaria, según expertos. La necesidad de importar combustibles ha aumentado la presión sobre la balanza comercial, lo que podría agravar aún más la situación en los próximos años.
¿Qué sigue para Bolivia?
Expertos como Velásquez advierten que, sin una estrategia clara para reactivar el sector hidrocarburífero, la situación podría empeorar. La falta de inversión en exploración y el agotamiento de los yacimientos existentes han dejado al país en una posición vulnerable. \»El efecto de la pérdida de mercados y la caída en la producción de gas natural ha sido progresivo, pero ahora estamos en un punto crítico\», señaló el analista. La diversificación de la economía y la inversión en energías renovables podrían ser alternativas, pero requieren tiempo y recursos que el país no tiene en abundancia.
La crisis en el sector de hidrocarburos ha dejado al descubierto la fragilidad de la economía boliviana, dependiente de un recurso no renovable que se agota rápidamente. Mientras el gobierno busca soluciones, la pregunta que queda en el aire es si Bolivia podrá superar esta crisis sin sacrificar su estabilidad económica y social.