Bolivia implementa horario continuo y teletrabajo por escasez de combustible

El gobierno boliviano anuncia 10 medidas paliativas, incluyendo horario continuo y teletrabajo, para enfrentar la escasez de combustible que afecta al país desde hace un mes.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
Un hombre con gafas hablando frente a dos micrófonos, rodeado de personas.
Imagen de un hombre hablando en una conferencia de prensa, acompañado de varias personas en el fondo.

Gobierno boliviano implementa horario continuo y teletrabajo ante la escasez de combustible

El presidente Luis Arce anunció este 12 de marzo de 2025 una serie de 10 medidas paliativas para enfrentar la escasez de combustible que afecta al país desde hace casi un mes. Entre las principales disposiciones se encuentran la implementación del horario continuo en el sector público y privado, la habilitación del teletrabajo y el retorno a las clases virtuales en las ciudades capitales y El Alto. Estas medidas buscan mitigar el impacto de la crisis en el transporte y los sectores productivos.

Un mes de desabastecimiento y sus efectos

La escasez de combustible, que se extiende desde hace aproximadamente un mes, ha generado una reducción significativa del transporte urbano, departamental e interprovincial. Esto ha afectado no solo a la movilidad ciudadana, sino también a los sectores productivos, que enfrentan riesgos en la cadena alimentaria y otros rubros económicos. El gobierno ha calificado la situación como crítica y ha decidido actuar con medidas urgentes.

Las 10 medidas paliativas

Entre las medidas anunciadas por el presidente Arce, destacan la aplicación del horario continuo en el sector público y privado, así como la habilitación del teletrabajo para empresas que lo consideren necesario. Además, se autorizó el retorno a las clases virtuales en las ciudades capitales y El Alto, bajo la evaluación de los servicios departamentales de educación. Estas disposiciones buscan reducir la dependencia del transporte y garantizar la continuidad de las actividades laborales y educativas.

Otras medidas incluyen la priorización del abastecimiento de combustible para sectores estratégicos, como la salud y la producción agrícola, así como la implementación de controles más estrictos para evitar el acaparamiento y la especulación.

Reacciones y desafíos

La implementación de estas medidas ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos sectores aplauden la rapidez de la respuesta gubernamental, otros expresan preocupación por la falta de soluciones a largo plazo. “Estas medidas son un parche temporal, pero no resuelven el problema de fondo: la dependencia de importaciones de combustible y la falta de inversión en energías alternativas”, señaló un analista económico que prefirió mantenerse en el anonimato.

Por su parte, los gremios de transportistas han advertido que, de no resolverse la escasez en las próximas semanas, podrían tomar medidas más drásticas, como paros y bloqueos.

Contexto histórico: una crisis recurrente

La escasez de combustible no es un fenómeno nuevo en Bolivia. En los últimos años, el país ha enfrentado varias crisis similares, relacionadas con la dependencia de importaciones y la falta de inversión en infraestructura energética. Aunque el gobierno ha promovido proyectos para aumentar la producción nacional de hidrocarburos, estos aún no han logrado cubrir la demanda interna.

En 2022, por ejemplo, una huelga de transportistas paralizó el país durante varios días, evidenciando la fragilidad del sistema de abastecimiento. “La falta de planificación y la dependencia de factores externos nos hacen vulnerables a este tipo de crisis”, explicó un experto en energía consultado para este reportaje.

Fuentes y transparencia

La información presentada en este artículo se basa en el comunicado oficial del presidente Luis Arce, publicado el 12 de marzo de 2025, así como en declaraciones de analistas económicos y representantes de gremios de transportistas. También se han consultado datos históricos sobre crisis energéticas anteriores en Bolivia.

El gobierno boliviano enfrenta un desafío complejo: garantizar el abastecimiento de combustible mientras busca soluciones sostenibles para evitar futuras crisis. Las medidas anunciadas son un primer paso, pero la ciudadanía espera acciones concretas que aborden las causas estructurales del problema. Mientras tanto, la población deberá adaptarse a nuevas dinámicas laborales y educativas en medio de una situación que aún no tiene fecha de resolución.