El MAS enfrenta un proceso de desmasificación en Bolivia

El Movimiento al Socialismo (MAS) atraviesa un declive marcado por la pérdida de afiliados, fracaso económico y corrupción, en un contexto electoral clave para Bolivia.

El MAS enfrenta un proceso de desmasificación en Bolivia ante las próximas elecciones

El Movimiento al Socialismo (MAS), otrora la fuerza política más grande de Bolivia, atraviesa un acelerado proceso de desmasificación, según análisis políticos recientes. Con una militancia que rondaba el millón de personas, equivalente al 13,6% del padrón electoral, el partido enfrenta ahora un declive marcado por la pérdida de afiliados, el fracaso económico y la corrupción. Este fenómeno se agudiza en un contexto electoral que podría marcar un giro de 180 grados en la conducción del país.

Antecedentes históricos del MAS

El MAS surgió como una fuerza política significativa en 2005, consolidándose como la organización más grande de Bolivia. Su masividad se sustentó en gran medida en relaciones prebendales, como la oferta de empleos públicos, que crecieron en un 1.500% desde 2006. Sin embargo, este modelo de afiliación, basado en compensaciones estatales, enfrenta ahora un grave riesgo de colapso.

En comparación, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), gestor de la revolución de 1952, también experimentó un declive similar. De contar con 750.000 obreros y campesinos movilizados en su apogeo, hoy su militancia no supera los 80.000. Este paralelismo histórico sugiere que el MAS podría estar siguiendo el mismo camino de decrecimiento.

El impacto de la pérdida de afiliados

Recientemente, el exjefe del MAS convocó a abandonar el partido, anunciando la renuncia de un millón de militantes. Sin embargo, solo unos 3.000 seguidores respondieron a este llamado, lo que evidencia que la mayoría de los afiliados mantiene su vinculación por intereses prebendales. Este fenómeno refleja una dependencia crítica del aparato estatal para sostener su base de apoyo.

Además, el partido enfrenta un descabezamiento y un proceso de fragmentación interna, agravado por el fracaso económico y los escándalos de corrupción. Estos factores han erosionado su credibilidad y capacidad de movilización, según expertos en análisis político.

El contexto electoral actual

Las próximas elecciones generales representan un punto de inflexión para el MAS. Las tendencias actuales sugieren un posible viraje en la conducción del país, lo que podría acelerar su desmasificación. El partido, que estuvo sobrerrepresentado en las estadísticas electorales desde 2005, enfrenta ahora un escenario en el que su influencia podría disminuir drásticamente.

Este proceso no solo afecta al MAS, sino que también tiene implicaciones para el sistema político boliviano. La posible pérdida de masividad del partido podría abrir espacio para nuevas fuerzas políticas, lo que generaría un reordenamiento del panorama electoral.

Reacciones y perspectivas

Organizaciones civiles y analistas políticos han destacado la importancia de este fenómeno para la democracia boliviana. “La desmasificación del MAS es un síntoma de la necesidad de renovación en la política boliviana”, señaló un experto en comunicación política. Sin embargo, también advierten sobre los riesgos de un vacío de poder y la necesidad de construir alternativas sólidas.

Por su parte, algunos sectores afines al MAS han minimizado el impacto de este proceso, argumentando que el partido aún cuenta con una base significativa de apoyo. “El MAS sigue siendo una fuerza importante, aunque enfrenta desafíos internos”, afirmó un militante del partido.

El proceso de desmasificación del MAS marca un momento crucial en la historia política de Bolivia. Con las elecciones generales en el horizonte, el partido enfrenta el desafío de reinventarse o ver reducida su influencia en el escenario nacional. Este fenómeno no solo refleja los cambios internos del MAS, sino también las transformaciones en el sistema político boliviano, que podría estar ante un nuevo capítulo en su historia democrática.