Oposición boliviana busca unidad plural para elecciones

La oposición boliviana intenta conformar una alianza plural para las próximas elecciones, superando la fragmentación histórica y aprovechando la debilidad del oficialismo.

La oposición boliviana busca unidad plural frente a las próximas elecciones

La oposición boliviana está intentando conformar una alianza plural y competitiva de cara a las próximas elecciones, marcando un cambio significativo respecto a anteriores intentos de unidad. Líderes como Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina están tejiendo acuerdos para evitar la fragmentación que caracterizó procesos electorales previos. Este esfuerzo se da en un contexto de debilidad del oficialismo y de creciente división interna dentro del MAS, lo que abre una oportunidad histórica para la oposición.

Unidad frente a la fragmentación histórica

La principal novedad de este proceso es la voluntad de varios presidenciables de formar una alianza, en lugar de buscar una “unidad en torno a mi”, como ocurrió en elecciones anteriores. Este cambio de enfoque ha sido destacado por analistas como Gonzalo Rojas Ortuste, quien señala que la oposición está intentando superar la falta de organización más allá de los líderes más visibles. “Este solo cambio ya marca la diferencia”, afirma Rojas, refiriéndose a la necesidad de una estrategia colectiva frente a la crisis política actual.

Debilidad del oficialismo y división interna

El contexto político actual está marcado por la debilidad del presidente en funciones y la aguda división dentro del MAS, especialmente con la figura del otrora indiscutido “jefazo”, Evo Morales, quien ha perdido influencia fuera de su bastión en el Chapare. “El MAS ya no es el partido hegemónico que fue”, señalan analistas, lo que ha llevado a varias facciones masistas y figuras de dudosa transparencia a descalificar los intentos de unidad opositora con epítetos y críticas simplistas.

Superar la polarización ideológica

Uno de los desafíos más importantes para la oposición es superar la simplificación en términos de izquierda-derecha, una polaridad que, según Rojas, tiene cada vez menos utilidad en un mundo en constante cambio. “La dimensión de los cambios tecnológicos, geopolíticos y sociales exige una visión más amplia”, afirma. En el caso boliviano, esto implica considerar las especificidades regionales, étnicas y culturales, así como la necesidad de un reposicionamiento en la región y una gobernanza futura que responda a la realidad política actual.

Condiciones para elecciones confiables

Además de la unidad, la oposición debe asegurar condiciones idóneas para que las elecciones sean confiables. Esto incluye presionar para que se cumplan los acuerdos de la reciente cumbre convocada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), como la Transmisión Rápida de Datos Preliminares (TREP) y el reforzamiento del principio de preclusión en el proceso electoral. “Proteger a los vocales del TSE es fundamental para evitar injerencias del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP)”, señala Rojas, refiriéndose a la necesidad de blindar el proceso electoral frente a posibles interferencias.

El rol de Tuto y Samuel

Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina, los precandidatos más perfilados, están dedicando tiempo a consolidar esta unidad, pero también deben asegurar que las condiciones para las elecciones sean las adecuadas. “Mientras antes se clarifique el binomio, mejor”, afirma Rojas, destacando la importancia de evitar que la sombra autocrática tome cuerpo en el país. Ambos líderes tienen el desafío de mantener el equilibrio entre sus campañas personales y el fortalecimiento de la alianza opositora.

La unidad de la oposición boliviana representa una oportunidad histórica para superar la fragmentación y enfrentar al oficialismo en un contexto de debilidad y división interna. Sin embargo, este esfuerzo debe ir acompañado de garantías para un proceso electoral transparente y confiable. La clarificación del binomio presidencial y la protección del TSE serán claves para evitar retrocesos democráticos y asegurar un futuro político más estable en Bolivia.