El gobierno boliviano anuncia un decálogo de medidas para afrontar la crisis de combustibles y divisas
El gobierno de Luis Arce presentó este lunes un paquete de 10 medidas para hacer frente a la escasez de combustibles y la falta de divisas, que afectan a Bolivia desde hace varios meses. Entre las acciones destacan la reducción del uso de vehículos estatales, la distribución prioritaria de gasolina y la implementación de una aplicación para localizar estaciones de servicio con combustible disponible. Sin embargo, expertos y ciudadanos cuestionan la efectividad de estas medidas, que parecen más enfocadas en administrar la escasez que en resolverla.
Las medidas clave
El decálogo incluye la reducción del uso del parque automotor estatal en un 50%, el incremento de la distribución de combustible al 80% en estaciones de servicio y la autorización a YPFB para comprar criptodólares. \»Estas medidas buscan optimizar los recursos disponibles y garantizar el abastecimiento en sectores prioritarios\», explicó el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, en conferencia de prensa.
Otras acciones incluyen la implementación de una aplicación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para informar sobre la disponibilidad de combustible, la creación de estaciones específicas para el transporte público y la programación de provisión para el sector agropecuario. \»Es una forma de segmentar la distribución y evitar el desabastecimiento total\», agregó Molina.
Reacciones y críticas
Las medidas han generado escepticismo entre expertos y la población. \»Incrementar la distribución de combustible sin resolver la falta de dólares para importarlo es como repartir boletos para un vuelo que nunca despegará\», señaló el economista Gonzalo Chávez Álvarez en un artículo de opinión. Además, la compra de criptodólares ha sido calificada como una solución \»futurista\» pero poco práctica, dado que las plataformas de criptomonedas no están diseñadas para transacciones de gran escala.
Por su parte, los ciudadanos expresaron su preocupación por la falta de soluciones a largo plazo. \»Esto no resuelve el problema de fondo, solo lo pospone\», dijo María Fernández, una vecina de Santa Cruz que pasó más de tres horas en una fila para cargar gasolina.
Contexto histórico
La crisis actual no es nueva. Bolivia ha enfrentado problemas de escasez de combustibles en varias ocasiones, especialmente durante períodos de baja producción de hidrocarburos y dificultades para importar debido a la falta de divisas. En 2022, el país ya experimentó una situación similar, que obligó al gobierno a implementar medidas de racionamiento y a buscar alternativas como la importación de diésel desde Argentina.
Además, la dependencia de las importaciones de combustibles se ha agravado en los últimos años debido a la caída en la producción de gas natural, principal fuente de ingresos del país. \»Bolivia necesita urgentemente una política energética que incentive la inversión y la producción local\», afirmó el analista económico Juan Carlos Rojas.
Fuentes y transparencia
La información sobre las medidas fue proporcionada por el Ministerio de Hidrocarburos y confirmada por fuentes oficiales. Para este reportaje, también se consultó a expertos en economía y energía, así como a ciudadanos afectados por la escasez de combustibles. \»Es fundamental que el gobierno sea transparente sobre los recursos disponibles y las acciones que está tomando\», señaló el economista Gonzalo Chávez Álvarez.
Cierre
El decálogo presentado por el gobierno boliviano refleja un intento por administrar la crisis actual, pero deja en evidencia la falta de soluciones estructurales. Mientras tanto, la población continúa enfrentando largas filas en las estaciones de servicio y un creciente malestar por la escasez de combustibles. En los próximos días, se espera que el gobierno brinde más detalles sobre la implementación de estas medidas y su impacto real en la economía y la vida cotidiana de los bolivianos.